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Las preguntas me salvaron de ser un asesino

12 mayo 2009


Necesitaba un arma para defenderme de la asfixiante vida de pueblo, algo con que responder al hastío que significa vivir a los diecisiete entre la nada y el nunca. Aunque realmente no fui un gran estudiante. La mochila académica siempre me resultó incómoda, inútil. También prefería la vagancia, para que negarlo.
Aquella experiencia me abrió el camino para buscarme la vida y pagar las cuentas y todo eso que nos mantiene del lado de afuera de las rejas.

Ser periodista puede ser apasionante, romántico. Te alimenta el ego. Te relacionás con gente que el resto de los mortales sólo puede mirar a través de la pantalla del televisor. Pero voy a decirles una cosa: toda esa mierda no te lleva a ningún lado. Con el tiempo aprendés a ver en perspectiva y te das cuenta de que todo forma parte de una gran rueda, como la vuelta al mundo en un parque de diversiones, y que cuando te bajás, la rueda sigue girando. Y que podés alejarte kilómetros o años y lo que te queda, lo que realmente te hace distinto, lo que demuestra si algo aprendiste para sobrevivir en esa etapa, no está a la vista. Ni tenés fotos para mostrarlo. Ni podés guardarlo en un disco rígido.

Yo estuve ahí y lo mejor que obtuve fue la herramienta más poderosa que conocí: las preguntas. Los periodistas hacen preguntas. Preguntar, aunque no obtengas una respuesta expresa, instala la necesidad de saber, de salir de las sombras.
Formular preguntas te hace libre de pensar que hay otras respuestas ahí afuera. Porque ya sabemos: van a querer vendernos la felicidad con moño y todo, pero si te preguntás ¿qué quieren realmente? vas a descubrir que hay una parte de la historia que no piensan contarte. Para que te sumes al rebaño. Para que enciendas la tevé y en lo posible no la apagues nunca. Para que consumas todos los venenos que ofrecen, incluídos los concursos de baile. Para que no tengas tiempo para pensar, para llevarte con menos esfuerzo hacia donde quieren, para instalarte la estúpida sonrisa de celular.

Las preguntas me salvaron de ser un asesino. O un loco. O uno de esos imbéciles que aparecen en el noticiero para exigir la pena de muerte.
Preguntar. Preguntarte. Querer saber qué pasa si no pasa lo que nos dicen que va a pasar. Sospechar que la realidad es diferente del lado que las cámaras no muestran porque está oscuro y es peligroso para el cronista. Preguntarme siempre si me manejo o me manejan. Preguntas. Dudas. Sospechas.
Preguntas capaces de ponerte inquieto. Preguntas como puertas hacia otro lado.

Llevo más de cuatro meses sin escribir. Aunque realmente tuve ganas de hacerlo, las tres o cuatro veces que lo intenté no pasé del tercer párrafo. Y descarté todo. Sólo tengo preguntas. Lo lamento.

“Desde aquí aprendí a hablar, estoy haciendo preguntas, preguntas que nadie me contesta. Inocentes preguntas a las que me responden con complicadas teorías que no aclaran nada. Quiero saber por qué pasa lo que pasa, por qué somos como somos.
¿Por qué las cosas son así y no de otra manera?
¿Por qué hacemos daño a los otros?
¿Por qué siempre estamos tratando de engañar?
¿Por qué después de tantos siglos todavía no hemos aprendido a comprendernos?
¿Por qué hay guerras?
¿Por qué hay pobres?
¿Quién maneja los hilos?
¿Dónde está el corazón que hay que apuñalar?
¿Por qué no podemos ser razonablemente felices?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?"




REM – The outsiders
http://www.youtube.com/watch?v=zJIOCPjTuJE


-Jesús Quintero: ¿La independiencia es imposible?
-César Vidal: No, la independencia no es imposible nunca. Pero tampoco es fácil nunca. Yo creo que es difícil, que efectivamente la independencia es difícil, creo que es costosa en muchos casos. Pero creo que es indispensable, porque si no tenemos independencia acabamos en la sociedad del Gran Hermano de Orwell. Es decir, al final habrá gente que nos diga lo que tenemos que hacer, lo que tenemos que pensar, y hasta lo que tenemos que sentir. Que por cierto, hay insistencia en ese sentido últimamente, hasta en controlar nuestros sentimientos.



REM – Orange crush
http://www.youtube.com/watch?v=nX1c9uFljAs


-Jesús Quintero: ¿Para qué se vive?
-Alejandro Jodorowsky: Mira, yo me he planteado mucho, mucho, la felicidad. La pregunta "¿Para qué se vive?" es intelectual, porque uno vive, no hay que preguntarse para qué. Pero, ¿cómo vivir? es la pregunta. Yo creo que la única manera de vivir es siendo lo que uno es y no lo que los otros quieren que uno sea. Hay que hacer un trabajo: me han embutido ideas en la mente que no son yo, y yo las acepto porque me las embutieron. Tengo sentimientos, como dije, que no son míos. Son los sentimientos de mi familia y mi sociedad y mi cultura, pero yo no los quiero. Tengo deseos creativos y sexuales que quiero satisfacer, pero hay prohibiciones, ¿no es cierto? Y quiero acciones que quiero hacer y no las puedo hacer porque me han dicho que eso no se hace. Entonces: yo llegaré a la felicidad siendo lo que soy, mentalmente, emocionalmente, sexual creativamente y físicamente.
Pero una vez que yo llego a ser lo que soy, ¿qué soy? Yo no soy, yo estoy siendo. Entonces, tengo que descubrir que tengo un destino que es el destino de expandirme, de crecer, no quedarme “enquilosado”, si no ir desarrollándome mentalmente, emocionalmente, creativamente, prósperamente. Entrar en el cambio, en el desarrollo, ser fluído como un río.

Fragmentos del programa Ratones Coloraos de Jesús Quintero.
César Vidal es periodista, historiador y escritor español.
Alejandro Jodorowsky es poeta, actor y director de teatro y cine de culto, estudioso del Tarot y la Cábala, guionista de cómics, uno de los pocos sabios que nos van quedando. Hace más de veinte años que descubrió en los chistes un camino para llegar a la sabiduría, una fiesta de la inteligencia.

17 comentarios:

||descascarado dijo...

ya se lo extrañaba demasiado...!! gracias por la vuelta a las pistas!

Ariel dijo...

Quien agradece, por la lectura, soy yo, Descascarado!
Abrazos.

Mamá Punk! dijo...

sip sip!
Klamahama vuelve al ruedo!!
A-le-grí-aaa!!

Ariel dijo...

Mother Punk!! Que grata visita. Es sólo un flash por ahora. Para no irme tan lejos. Y aguanten sus radio weaves berlinesas!!!

furgoner dijo...

buenas tardes
espero que sea un año prolifico

gustazo en volver a visitarte

Leonardo Parente e Milena Brasil dijo...

Vooollver che!!!!! tengo gana!!!

Ariel dijo...

Gracias Furgo: veremos que pasa este año. Espero tener tiempo para escribir. Abrazo!

Leo & Milena: volver, siempre estoy volviendo, como dice el tango. Este año será complicado, pero algo iremos publicando, para no abandonarnos...
Besos!

Canalla dijo...

Hace 25 años cubrí como fotógrafo una guerra estúpida, y contagiado por ese ambiente comencé a hacer preguntas estúpidas. Transcribo una respuesta:
- Usted pregunta cómo me mataron al padre, a la madre y los hermanos, y emigré con la esposa enferma y los hijos hambrientos sin quedar resentido con el mundo. Debe preguntármelo porque no ha perdido a nadie o piensa que jamás podría ocurrirle, y le daría la razón, porque también pienso que eso no puede sucederme de nuevo. La diferencia entre usted y yo, es que yo no quedé resentido con el mundo.
Saludos y un fuerte abrazo, Ariel.

Alejandro dijo...

Lindo volver a leer cosas por acá.. Soy (o era, todavía no se) estudiante de periodismo y por momentos sentís que podes escribir cualquier cosa, y otros te dan asco hasta las comas que pones. Pero bueno, muchas veces una hoja en blanco o un .doc en la pc son un buen bálsamo para las locuras/paranoias/inquietudes de cada uno.. Saludos...

Ariel dijo...

Canalla: sensible historia. Enfrentar a la muerte, que siempre es más muerte para los que quedan vivos -más dolor, más vacío- es una tarea para la que nunca estamos preparados. Preguntar debería venir acompañado de comprender (algo que no siempre es fácil).
Gracias por tu comentario.

Ariel dijo...

Ale: totalmente de acuerdo.
Algún psicólogo podría explicarlo con propiedad, pero en mi caso escribir es mi manera de recrear mi niñez, tal vez la época de mayor libertad y juegos que podamos tener, donde nos expresamos sin los miedos y preconceptos que más tarde nos imponen. Todo sale afuera: paranoias, sueños, delirios. Y también me pasa de escribir y desechar, pero el acto de la escritura me ayudó a sentirme mejor. Eso.
Gracias también por pasar por acá y compartir.

Alejandro dijo...

No hay mayor libertad que escribir.. No hay mayor libertad que esa hoja en blanco, cosa que muchas veces puede ser increíblemente frustrante, por no saber que poner o no saber como manejar la libertad que eso da... Ahora me dieron ganas de volver a escribir, hacia tiempo que no las sentía. Pero bue, como decían por ahí arriba, aliméntennos como saben... Saludos para todos...

Gus dijo...

Bienvenidooooo que gusto volver a leer Klamahama!!
abrazo!!
Gus

Ariel dijo...

Alejandro: si todo esto te devolvió las ganas de escribir me asienta como un masaje tailandés al ego. Buenas olas!!

Gus: muchas gracias, no me lo merezco... vos si que escribís, escribís en serio. Saludos y estamos por ahí.

natalia dijo...

Por fin, el regreso, muy bueno,

besos,

Cíclopa

HERNAN dijo...

Que bueno volver a encontrarme con Klamahama.Suficiente con eso.

Mamá Punk! dijo...

Pasé a ver como estaba la flia.

Abrazo!