Supongo que me cautivaba la trama, como a todos, tan rica en secretos y personajes misteriosos. Pero además, la insuperable atmósfera del pueblito de montaña que encerraba muerte, locura y fantasía en una aparente calma. Después de Twin Peaks, ningún otro programa logró -creo yo- transmitir ese silencio y ese aire como de siesta que ponía la piel de gallina. Definitivamente la música de Angelo Badalamenti era perfecta para lograr poner al espectador en trance.
Para sumarme a esta ola twinpeakera, voy a mostrar estas fotografías que sacó el actor Richard Beymer (quien representaba a Benjamin Horne, el papá de la hermosa Audrey) mientras rodaban la serie y David Lynch daba las órdenes detalladas que harían la obra perfecta.
La galería completa está acá. No se la pierdan porque hay muchas más y son buenísimas.






Juro que hace poco mas de una semana me enfermé viendo la primera temporada.
ResponderEliminarFucking sincronicidades, cada vez mas seguido.
¿Toda de un saque? ¿Tipo maratón? Eso si que te pone en Trance! Una obra genial para volverse adicto.
ResponderEliminarGracias por pasar.