a) un ligero movimiento de unión entre ceja y ceja,
b) un leve frunce de la nariz,
c) una ligera sospecha: mmm...me está metiendo el perro
d) una duda existencial como correlato: ¿este flaco de que planeta viene...?
Para no caer en falsas idolatrías, el cronista, entonces, decide compartir los datos con los lectores.
Veamos:
Claudio tiene 22 años, nació en 1986, y por alguna razón extraña, prefiere escuchar discos creados veinte años antes de su nacimiento. Otros son más recientes, de los 80 y 90. Pero para entender quién es el autor de las reseñas que vas a leer [Discos elementales], te damos algunos datos que él mismo aporta.
Dice Claudio de Claudio: "Simplemente soy un estudiante de Derecho, argentino por azar y cosmopolita por elección, que prefiere toda la vida anegarse en las páginas de autores como Borges, Mann, Kafka, Dostoievski, Shakespeate, Rimbaud, Victor Hugo, Rubén Darío y García Lorca, entre otros, antes que concentrarse demasiado en códigos civiles o penales".
Así, de frente, dispara balas llenas de letras cumbres.
Pero eso no basta para definirlo. Dice, también, que es "de temperamento pesimista y mente optimista" y "melancólico", entre otras cosas.
Agreguemos que en su blog Vagabundeo resplandeciente se desparraman citas al Che Guevara, Alfred Hitchcock, George Orwell, Papillon, Lovecraft, Bukowski y Robert Smith, y muchos más.
Desde mi punto de vista, creo que con estos datos puede completarse la investigación: estudiante de leyes, más cerca de los veinte que de los treinta, una discoteca con más ítems en las secciones de los '60 y '70 que de los '80 en adelante, que lleva la fundacional "Rebel Rebel" de David Bowie metida en un bolsillo, y que descarta a Roger Waters y David Gilmour para quedarse con Syd Barret. Interpretad vosotros, confundidos lectores.
Se trata de discos que hicieron historia -cuyos títulos iremos descubriendo poco a poco- de los siguientes artistas: The Kinks, Talking Heads, The Stooges, Dylan, Hendrix, Bowie, Supertramp, The Zombies, Patti Smith, New York Dolls, Jefferson Airplane, Joni Mitchell, Cat Stevens, George Harrison, Televisión, Fleetwood Mac, The Who, Creedence, ELO, Beach Boys, Zeppelin, Velvet Underground, Doors, U2, Nirvana, Guns N' Roses, Queen, Rolling Stones, Beatles, Pink Floyd y Nick Drake.
La mirada retrospectiva más joven que encontramos en la web sobre una buena parte de la historia fundacional del rock.
Todo sobre sus actividades en la red
































A lo largo de los años mucha gente me ha preguntado cómo era ser el asistente de Hunter Thompson. Sólo decían: "¿Cómo era eso?". Algunas veces eran especificaban algo más: "¿De verdad hizo todo eso de lo que escribió?", que es algo así como un rodeo para preguntar: "¿Estaba tan loco como parecía?". Ésa es fácil: la respuesta corta a casi cualquier pregunta sobre Hunter normalmente es sólo "Sí".
En una época en la que yo ganaba 18.000 dólares al año y me costaba pagar el alquiler, había mañanas en las que, en lugar de sentarme en mi escritorio de la revista a responder llamadas y teclear datos, estaba esnifando cocaína y bebiendo bloody marys con inmensos desayunos del servicio de habitaciones en una gran habitación del Carlyle, mientras escuchaba el Goats Head Soup, leía los periódicos y hablaba de política, de El gran Gatsby y del mejor modo de volar un jeep en mil pedazos. (...) Otro problema era que se suponía que una parte central de mi trabajo consistía en conseguir que Hunter se pusiera a trabajar en sus encargos. (...) 


Es domingo por la mañana y estoy escribiendo una carta de amor. Del otro lado de la ventana de la cocina el cielo brilla y los planetas chocan unos contra otros. Siento la cabeza hirviente y estoy un poco inquieto. Mi cerebro empieza a comportarse como un V-8 con los cables cruzados. Las cosas ya no son lo que parecen ser. Mis teléfonos están embrujados y oigo animales que me susurran desde lugares que no llego a ver.

