Escribe: Ariel Martínez
@arielmartinez_prensa
“Los niños del ruido han envejecido bien”
-Nafta, LMC-
Detrás de Las Muertes Comunes, cuatro músicos “veteranos del rock, el punk y la autogestión” encontraron un camino a seguir, uno nuevo, pero con renovadas miradas.
Son Leo González (bajo, coros), Frank Arnol (batería), Javier “Stimpy” Vergara (guitarras, coros) y Gustavo “Rulo” Lupano (voz y letras), la formación definitiva de rock punk de Neuquén que logró subsistir en medio del desierto cultural producto de la pandemia.
Esta veteranía se fue forjando con el paso de sus integrantes por agrupaciones como Lucha sin armas, El viento enloquece a la gente, Vida Fuego, Mandra y la experiencia de Domingos terciopelo, un trabajo excepcional de “Rulo” Lupano como psicólogo social.
Fue justamente la crisis que llegó con el covid que los dejó con su primer disco "Espiritado" sin terminar de grabar. Luego lo terminaron, y siguieron creando, como pudieron por las dificultades propias de la pandemia, las canciones que ahora están saliendo a la luz bajo el título de “Allende” y podrán escucharse en Spotify y todas las plataformas digitales que hoy son parte fundamental del engranaje de cualquier proyecto musical.
Hay una potente expresión de resistencia en las canciones de Las Muertes Comunes. Una propuesta que hermana letras combativas, cargadas de ideología libertaria y lucha por la supervivencia en el planeta hostil que nos toca.
“La canción quebrada es real / Como valijas rotas nos movemos para allá / Más instinto que certezas a la hora de avanzar”
-Nafta, LMC-
El aparente nihilismo de las letras contiene entre líneas un llamado a la toma de posición, un despertar frente al estado de las cosas (desigual, injusto, excluyente, violento). Canciones que narran realidades sociales marcadas por años de mal gobierno arrasando con todo y sentimientos.
El sonido que camina entre el rock, el punk-rock y otras vertientes familiares como el reggae, el ska, etc, los ubica en la vereda de bandas que se salieron del molde para enriquecer el mensaje, para llegar más lejos. Para buscar antecedentes habrá que revisar discografías y caminos como los de los Clash, o los Mano Negra, o Los Violadores en nuestro país.
A.M: ¿Cómo definen a Las Muertes Comunes?
Rulo: Somos veteranos de la canción y el hacer punk y autogestivo.
Stimpy: Convicción, música y diversión.
Leo: Un escuadrón de voluntarios dispuestos a dejar todo arriba del escenario, sin saber muy bien para que.
A.M: Con la industria musical tan distorsionada, con el uso que hace el Sistema de los movimientos creativos y culturales, ¿qué significa hacer punk-rock en 2022? ¿Creen que es útil hoy ponerle etiquetas a la música que hacen?
Stimpy: Creo significa lo mismo que hace tiempo ya: la diferencia entre el cardumen y el rebaño, disfrutar la diferencia entendiendo el lenguaje en común. Punk rock es la banda de sonido de una vida punk. Podés hacer punk rock y no serlo. Podés ser punk y no solo hacer punk.
Rulo: significa nostalgia, pero también una especie de coherencia ética con la vida que elegimos vivir…Las etiquetas son papelitos en un producto indicándote de que se trata, decir que hacemos rock punk o lo q sea, en nuestro caso no tiene q ver con una estrategia de marketing o esa cosificación globalizadora del mercado, ni nada parecido, lo nuestro es un posicionamiento político.
Leo: El sistema hace uso (y abuso) de todo. Está en su esencia mercantilizar todo. Es decir: mercantiliza la fuerza de trabajo a fondo y tenemos la superexplotación, el trabajo (semi) esclavo y la precarización. Pienso en “Pedidos Ya” o también en un peón rural trabajando en los yerbatales 16 horas corridas. Mercantiliza la naturaleza y tenemos la megaminería, el fracking, o los monocultivos y las semillas de Monsanto. Mercantiliza la Cultura y tenemos cientos y miles de jóvenes trabajando a destajo para “llegar a ser” en Youtube o Spotify. No hay forma de salirse de la maquinaria. Aun cuando uno cree que salió, sigue ahí adentro ocupando el casillero de los que se creen fuera. Ser punk hoy significa saber contra qué peleamos y no resignarnos, sin sacar los pies del plato, sin pretender jamás creerse más allá o superiores. Tal vez no ser la bomba que destruya el sistema, pero si tal vez una piedrita más que vaya horadando la maquinaria.
“Otra semana sin nada que destacar /Tan sólo desprecio en lugar de admiración / ¿Acaso esperabas de este mundo algo mejor?"
-Desdibujándonos, LMC-
A.M: Cuando surgió el punk, la premisa era “do it yourself – hacelo vos mismo”. Se planteaba como respuesta al rechazo que generaba en los jóvenes de clase obrera la música sinfónica, acceder a costosos instrumentos y equipos, y la idea de que el músico debía ser virtuoso. Ese concepto parece haber mantenido su vigencia, o mejor, haber mutado, con el acceso a tecnología de bajo costo, la autoedición, y la comunicación liberada con el uso de internet. ¿Qué piensan de esto?
Stimpy: Al ser un género que reinterpreta de modo tan genuino los recursos a disposición, no es de extrañar que se fuera ajustando, hasta el hecho de poner a mano de personas muy inquietas la posibilidad de gestionar tu difusión, tu grabación, etc.
Leo: Tal vez, en un sentido, la comunicación parece más liberada… pero el acceso a la misma no pareciera ser más equitativo, democrático. De alguna manera las nuevas herramientas nos plantean nuevas posibilidades, pero nos enfrentamos a la misma estructura. Si antes peleabas con las corporaciones como la EMI o la RCA hoy peleás con YouTube o Spotify por que no se apropien de tu trabajo. No deberíamos jamás abandonar o negar las nuevas herramientas, pero no debemos dejar jamás de pelear por que estén en manos de quienes creamos los contenidos.
Rulo: Mi abuela que era cantora del norte y que no sabía absolutamente nada del punk, solía decir, “si querés que se haga bien, hacelo vos”…DIY, si lo vas a hacer hay que tener, lo más claro posible, el para qué. Y es en ese cruce de coordenadas donde aparece lo colectivo y la cosa se vuelve más interesante.
A.M: ¿De qué manera la banda hace sus exploraciones creativas? ¿Se permiten el juego de ideas en forma grupal, o eso se hace individual en casa, y llegan a la sala con bocetos de esas ideas previas?
Stimpy: Colaboración individual para el colectivo. El juego de las ideas es indispensable. Creo que la columna vertebral creativa son las intenciones humanas más que las artísticas. Por eso no escribimos “November rain” y si hicimos "Desdibujandonos".
Leo: De alguna forma no nos casamos con ninguna forma. Han salido en general con bocetos previos, guitarreadas en las casa, pero no es que creamos que ese es el modo. Luego, si. Las destruimos y las volvemos a construir en la sala.
Rulo: Las ideas andan por ahí dando vueltas, a veces estamos más atentos y todo eso termina en una canción. Hasta que no la tocamos los cuatro esa identidad no termina de encontrar su potencia.
“El humor un poco estropeado / El destino medio borrado / Y a nadie importa si naciste honrado”
-El personaje agotado, LMC-
A.M: ¿Las canciones de LMC están muy trabajadas? Es decir: ¿tienen todo pulido? ¿O prefieren que tengan esa electricidad del momento de la sala? ¿Dejan alguna arista medio cruda?
Stimpy: Sinceramente hasta ahora la mayor pretensión aplicada es “que nos guste''. Si tienen una complejidad en su estructura es por la particularidad de la creación y que hace más de la mitad de nuestra vida que nos dedicamos a sacarnos las miserias del corazón a guitarrazos.
Leo: Es complejo determinar cuándo algo está bien “pulido”. ¿Es ese su mejor estado? o a veces más crudo, es mejor. Las trabajamos hasta que le encontramos un sentido.
Rulo: Trabajamos, pero sin perder de vista lo lúdico, la espontaneidad, eso hace que vivamos esos procesos creativos con la apertura y el respeto por lo que va emergiendo, de manera que nos mantenga alegres lo que aparece entre el ruido.
A.M: ¿Cómo funciona la alquimia entre las líricas y las músicas? ¿Llega primero una letra a la que luego le buscan la música? ¿Escribe sólo Rulo? ¿Hay aportes en las letras de los demás? ¿Cómo aparecen los conceptos de las letras?
Stimpy: Escribe solo Rulo. Musicalizamos todos en nuestra forma y voluntad. No nos atamos a ninguna forma creativa.
Rulo: Las letras andan buscando donde ranchear y aparece Stimpy con cuatro chapas hermosas, luego Frank y Leo ofician de decoradores de interiores y queda una casa que nos hace sentir cómodos. Como alegoría, me gusta la imagen de la casa. La canción como un refugio que nos da seguridad y donde hacemos lo que se nos ocurre, y nos permite descansar y recuperar fuerzas para volver al afuera. Mi forma de escribir no es panfletaria ni soy un contador de historias cuando escribo canciones. Utilizo recursos de lo poético, de lo cotidiano, una lírica más ligada a la pintura, que trata de condensar un sentir, una emoción, un hecho concreto a partir de palabras de poesía. Por suerte veo bastante bien y tengo color absoluto, mi oído no corre la misma suerte.
Leo: La metáfora de rulo de “la casa”, me representa.
“Mi monstruo favorito es esa opinión en la televisión”
-Mi monstruo favorito, LMC-
A.M: Aclaro que me parece una idea excelente, de mucho valor y potencial. Quiero saber como nace esta idea de utilizar términos como Espiritado y Allende en los títulos de los discos. Y agrego esto: desde la explosión popular de 2018, a la elección de Boric como presidente, Allende podría ser parte del soundtrack de aquella revolución.
Stimpy: Retórica, resignificación, un poco de esto, un poco de aquello y punk rock (Rulo va a saber decir más sobre las letras).
Leo: ¡Absolutamente! el soundtrack de procesos tan complejos como los que vive Chile, puede contener una multiplicidad de bandas, cantantes solistas, musicxs y otro tipo de artistas tan amplia cómo el proceso mismo. Es similar a lo que pasó en 2001 en Argentina. Tal vez todos coincidimos en una o dos bandas o canciones que marcaron el momento, pero no hay dudas que cada unx tiene su propio soundtrack construido a partir de su propia experiencia.
Rulo: El castellano antiguo tiene palabras hermosas casi en desuso, en esa exploración semántica apareció Espiritado, que nos pareció una definición perfecta del momento que nos tocaba vivir en plena pandemia, con toda la incertidumbre y angustia que significaba. “De tan flaco y extenuado sólo le queda su espíritu”, así nos sentíamos, espiritados… Es parte de ese mismo ejercicio nostálgico de hurgar el pasado y reconstruir sentido. Cuando grabamos el nuevo material, nos pareció interesante seguir con la misma lógica, y buscando palabras antiguas apareció Allende, que significa “que está más allá, del otro lado”, aparte de ser el apellido de uno de los presidentes más emblemáticos que llevo adelante uno de los procesos sociales y políticos más importantes de la historia de Latinoamérica, con todo lo que ello representa iconográficamente. Los Clash tuvieron esa obra inmensa llamada Sandinista. En la misma sintonía, nosotros ofrecemos una pequeña obra bajo el nombre de Allende, que es parte del soundtrack de nuestras vidas y ojalá se convierta en el de muchxs, pero eso ya no está a nuestro alcance. A nosotros nos encanta y lo ofrecemos, que el otro, la otra, lo escuche, no depende ya completamente de nosotros.
A.M: ¿Qué cambió en la música de LMC de Espiritado a Allende? (haya sido planificado o no).
Stimpy: Esencialmente el ajuste de la maquinaria humana. Y la concepción de estar haciendo algo por segunda vez. Un poco de tozudez y otro tanto de convicción. Más guitarras y bases más logradas en lo superficial.
Leo: Cuando grabamos Espiritado, teníamos pocos ensayos encima. Había química, sí. Pero esto es como los fermentados, con el tiempo justo, se complejizan, se amalgaman y se ponen mejores.
Frank: Básicamente fueron dos conceptos distintos, en cuanto al sonido, las letras, los tiempos y el contexto. Espiritado lo veo más crudo, tuvimos la necesidad de que así sea ya que eran épocas tormentosas de incertidumbre. Por otro lado, nuestros tiempos como banda también fueron distintos. Allende nos encuentra en otro nivel compositivo, ya consolidados como grupo, con una búsqueda sonora bastante aceitada, la rítmica/base , las guitarras las voces todo mucho más producido. También la etapa de grabación tuvo mucho que ver, la forma, la técnica, el lugar, el equipamiento, todo fue distinto, no mejor, distinto. En particular creo que fue todo más trabajado, yendo un poco más al detalle.
A.M: ¿Creen que la música de LMC tiene alguna identificación con el ser neuquino?
Stimpy: Las Muertes Comunes es Neuquén en su más original sentido. En lo personal amo mi lugar y su gente. Por eso odio tanto a lxs que la dañan. Neuquén me enseñó a amar y a odiar. Para algunos realmente es un compromiso.
Leo: Si, claro. Es esta tierra la que nos formó. No hay cómo escaparle. Transpiramos neuquinidad. Ahí cuando uno cree que rechaza y detesta la tierra en que creció, es cuando emergen sus marcas y cicatrices más profundas. Aunque quisiéramos negarlo, es algo que nos acompaña siempre y que lo llevamos
Rulo: Si hubiésemos nacido en algún barrio de Berlín, La Habana o Washington, seguramente nuestra música sería distinta, porque nosotros seríamos otros. El contexto nos condiciona, nos forma, nos nutre, y nosotros somos bichos del Alto Valle patagónico. Elegimos vivir acá y hacer acá, y por supuesto algo de esa pulsión de vida territorial está presente en nuestra expresión.
A.M: Por la vida y por diferentes trabajos, conocen la escena de músicos de Neuquén. ¿Qué pueden contarle al mundo de esa escena?
Stimpy: Al mundo de lxs músicxs les deseamos lo mejor. Debe ser muy difícil serlo!
Leo: En principio, desde mi óptica, es difícil llamar al acontecer musical y artístico de Neuquén, como una “escena”. Asocio la idea de una escena, con un movimiento un tanto más uniforme desde lo músical, lo estético e incluso desde lo político. Tal vez hubo (o hay) micro-escenas, pero personalmente veo a Neuquén más como un espacio super heterogéneo desde todo punto de vista, con muchas iniciativas aisladas. Lleno de propuestas, plagado de creatividad y gente con ganas, pero con poca sinergia asociativa. En fin, tal vez la cualidad de nuestra escena sea precisamente esa heterogeneidad.
Rulo: Mantengo en marcha un escenario comunitario hace 20 años, el Domingo Terciopelo, y he visto pasar por ahí miles de artistas de todas las expresiones, muchxs de ellxs increíbles en sus propuestas. Hay mucha creatividad en la zona, voy más allá de Neuquén, incluyo el Alto Valle y alrededores. Lo que falta no es pasión ni talento, falta estructura que pueda contener ese acontecer, me refiero a circuitos para presentarse, donde el público disfrute más la propuesta que la bebida, medios de difusión que hagan circular la música en otras escalas. Y, aunque parezca una obviedad, seguir concientizando para el reconocimiento y el respeto del hacer artístico, no en la línea del genio o la talentosa elevados al olimpo, sino como trabajadorxs del hacer cultural, pago de entradas, condiciones técnicas y de seguridad, pago de cachets, etc…
A.M: Allende es un disco creado en medio de la pandemia, sin embargo las canciones no denotan haber vivido el encierro, los miedos, la hiper-virtualidad y todo lo demás (ni las letras ni las músicas). Como si trataran a las canciones con amor, evitando que queden impregnadas de esta crisis que ya lleva dos años. ¿Fue deliberado?
Rulo: Escribí un texto -“Jaque”- en los primeros días de la pandemia, sobre lo que nos sucedía en medio de tanta incertidumbre y miedo, y para mi fue como autoinflingirse alguna herida. Me lo terminé sacando de encima como a un insecto. Por eso cuando empezamos a comunicarnos vía Whatsapp con Stimpy para intercambiar ideas, me pareció que podíamos hablar de muchos otros dolores o injusticias y que no era necesario meter el dedo en esa llaga recién hecha. Nadie sabía lo que realmente estaba sucediendo, habíamos perdido el afuera, y la vida así no tenía demasiado sentido, por lo que me pareció que había que recrear los mundos, ¿acaso eso no es la esperanza?, pensar nuevas posibilidades y tratar de alcanzarlas. Las guitarras que me mandaba Stimpy tenían una fuerza, una energía bailable (por suerte!) que me invitaban a hablar de otras cosas que no fueran el encierro, el miedo, o la hiper virtualidad como imposición y exposición. Los microfascismos estaban a la orden del día al igual que ese optimismo exacerbado, por lo tanto me daban ganas de hablar desde el cinismo o la nostalgia, más que desde los lugares comunes que imponía la nueva normalidad.
A.M: Sin embargo, habiendo escuchado las cinco canciones de Allende, se nota en las músicas cierto espíritu festivo, como de celebración tribal, en contraste con letras donde hay escombros, ranchos incendiados, calles oscuras, vidrios rotos, desprecio, dolor y otras pesadillas. Estimo que ahí es donde están las raíces de Las Muertes Comunes. ¿Es así?.
Leo: Quizá eso es lo que el momento nos pedía o lo que teníamos para ofrecer. Algo de rabia, furia, pero también esperanza y claro, siempre dando lugar a la celebración.
Rulo: Stimpy hablaba de esto que sale sin querer, pero que es parte de lo que traemos con nosotros, y daba el ejemplo de Morrisey y Marr, esa dupla compositiva que llevó al límite lo festivo musical y la lírica más triste.
A.M: Ahora que organizar eventos con público es una realidad, ¿van a presentar el disco?
Rulo: El sábado 19 de marzo vamos a presentar Allende en el Teatro Ámbito Histrión en la ciudad de Neuquén, y queremos que sea un momento especial en nuestra historia como banda. Espiritado no pudo ser presentado como corresponde, y si bien tocamos algunas veces en las aperturas que se fueron dando, esta fecha la estamos esperando, para presentar Allende, y compartir Espiritado, algunos covers y porqué no alguna canción nueva con la gente que se acerque esa noche.
Leo: Además queremos aprovechar a compartir el escenario e invitar otrxs músicxs. Algunxs que fueron parte invitada en Allende y otrxs que no.
FICHA TÉCNICA
Nombre: Allende, 2do. EP de Las Muertes Comunes.
Canciones: Nafta, El esplendor, Mi monstruo favorito, Desdibujándonos, El personaje agotado
Stimpy: producción artística general
Grabado por Simón Vitulich en Estudio Vrulerías, Cipolletti, 2021
@estudiovrulerias
Mezclado por Javier Vergara @vidafuego y Juan Fort en estudios Bulug @estudio_bulug
Masterizado por el "Cana" San Martín entre agosto y noviembre de 2021
Logotipo: Max Vadala @bsasdesorden
Arte de tapa: @lonco_vip
Video de Nafta: Norberto Rajneri
Las Muertes Comunes son:
Javier Vergara aka Stmp Rkk: Guitarras. Voces @vidafuego
Gustavo Lupano aka Rulo: Voces, letras @gustavo_lupano
Leo González: Bajo, coros @leegonzonqn
Frank Arnol: Batería @franrockk
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Ensayo, Febrero 2022
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