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Etapa: suplemento en Humor ®
Año: 1987
Nº 8
El Suplemento N° 8 de Caín navega en las aguas de la novela negra, el suspenso, el espionaje y las tontas trampas de los detectives locales. ¿Detectives en Buenos Aires? Bueno, de alguna manera había que llamarlos. Y, además, tiene mucho más glamour que “vigilante”, mal que le pese a Andrés Calamaro. Para conocer el muy extraño mundo de Gómez, un cronista de CAIN recorre las calles porteñas, pasillos oscuros de dudosas agencias y expone su pellejo a los golpes de un marido confundido.
Un dato al que no le encontramos explicación: a pesar de que la nota es buenísima, no está firmada por ninguno de los redactores y colaboradores habituales del Staff de CAIN. Ni siquiera Figueras. El autor, definitivamente un pseudónimo, es Nicolás Corey.
PERSONAL DE LA AGENCIA
Etapa: suplemento en Humor ®
Año: 1987
Nº 8
El Suplemento N° 8 de Caín navega en las aguas de la novela negra, el suspenso, el espionaje y las tontas trampas de los detectives locales. ¿Detectives en Buenos Aires? Bueno, de alguna manera había que llamarlos. Y, además, tiene mucho más glamour que “vigilante”, mal que le pese a Andrés Calamaro. Para conocer el muy extraño mundo de Gómez, un cronista de CAIN recorre las calles porteñas, pasillos oscuros de dudosas agencias y expone su pellejo a los golpes de un marido confundido.
Un dato al que no le encontramos explicación: a pesar de que la nota es buenísima, no está firmada por ninguno de los redactores y colaboradores habituales del Staff de CAIN. Ni siquiera Figueras. El autor, definitivamente un pseudónimo, es Nicolás Corey.
PERSONAL DE LA AGENCIA
Lupa mayor: Marcelo Figueras
Sabueso gráfico: Fabián Di Matteo
Fotógrafo en el lugar del hecho: Eduardo Grossman
El detective modelo: Juan Mario Roust
Producción fotográfica: Claudia Stampacchio
Gracias a Elvio E. Gandolfo, que esplende.
Gracias a Juan Ignacio Salvay, a María Julia Cruz y al tucumano Bernardo Erlich, por sus cartas. La secta de los cainitas crece...
Dedicado al maestro Walsh y a Orson Wells, que nos prestó a Hank Quinlan y su toque de maldad.
Sabueso gráfico: Fabián Di Matteo
Fotógrafo en el lugar del hecho: Eduardo Grossman
El detective modelo: Juan Mario Roust
Producción fotográfica: Claudia Stampacchio
Gracias a Elvio E. Gandolfo, que esplende.
Gracias a Juan Ignacio Salvay, a María Julia Cruz y al tucumano Bernardo Erlich, por sus cartas. La secta de los cainitas crece...
Dedicado al maestro Walsh y a Orson Wells, que nos prestó a Hank Quinlan y su toque de maldad.
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