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Todo es tan negro como lo pintan

23 abril 2008

CON LA CÁMARA KIVILAN
TODO ES TAN NEGRO COMO LO PINTAN

Suplemento Caín, Revista Humor, 1987SE QUISO VISITAR EL LADO OSCURO DE BUENOS AIRES: LOS CEMENTERIOS, LAS MORGUES, LAS CLOACAS. SE DESCUBRIÓ, EN EL INTENTO, QUE HABÍA OTROS SITIOS QUE ERAN TANTO O MÁS "NEGROS”. LA MAYOR PARTE DE LAS ESCUELAS, POR EJEMPLO. LAS OFICINAS. LOS ASILOS. QUE, ADEMAS, EL MEJOR MODO DE APROXIMARSE A ELLOS NO ERA PRECISAMENTE EL INFORME PERIODÍSTICO, LA FICCIÓN DE OBJETIVIDAD. SE CARGÓ CON UN ROLLO A LA CAMARA KIVILAN Y A LA CALLE.
A TORNILLE BIEN SUS COJONES Y VENGA A CAMINAR POR LA BUENOS AIRES QUE USTED CONOCE PERO DISTINTA…


Por Eduardo Milewicz


Los sesentones no polemizaban alrededor de una mesa de café. No: polemizar, no. Algo mucho más comprometido que eso: desesperaban, gimoteaban, lloriqueaban, salpicaban pebete de cocido y queso, ocho sesentones alrededor de una mesa de café.
Los ocho constituían el prestigioso cuerpo de redactores de una revista de actualidad o algo más o menos así.
En esta ocasión, el motivo que los convocaba era arduo y crocante a la vez: atrapar la década del 80 en su exacta sintonía.
Sí: tarea para elegidos, odisea intelectual, ocho cafés con leche. Aplausos-Boom Boom-gloria-homenajes-concubinas...
¿Qué duda cabía?, en caso de que estos ocho cráneos triunfaran en la empresa, presente y porvenir se transformarían en posteridad.
Cuatro jornadas habían transcurrido.
Jornadas de labor. Hacinamiento. Y excitación, excitación al modo de un chico ante su mamita en cola-less.
Pero nada: ni señal, ni pista, ni la más pálida idea que los aproximara a la frecuiencia de la década en cuestión.

¡Cambiará el universo, pero yo no!
-¡Bajá ese tonito!
-¡Más escéptica será tu madre!
Sí: cuando este joven cronista hace su irrupción, los sesentones atraviesan longitudinalmente el clásico dilema de ¿puteadas o reflexiones?
Sinteticemos: este joven cronista no es más que un simple pinche subempleado de la editorial, a quien se le encargó una investigación: Buenos Aires y la delincuencia juvenil, o algo por el estilo, en la que necesariamente deberán aparecer: denuncias sociales, cultura de masas, drogas, 1 persuasiva moraleja y 16 opiniones de expertos con título universitario y/o carné de funcionario municipal. Este joven cronista aún no ha logrado escribir una puta línea del informe encargado. No es por vagancia, ni espíritu libertino, rebeldía o aflicción intestinal. ¿Entonces?...
¿Qué mierda le habrá ocurrido a este muchachito?...
Una iluminación.
Una iluminación es un acto espontáneo. Este joven cronista, bastante mal confeccionado intelectualmente, poseía sin embargo cierto magnetismo estructural para las iluminaciones. Y esto obedece a una única razón: su idiotez. Una peculiar, espontánea e hipertrofiada idiotez que nadie en aquella redacción ignoraba:
-¿Trajiste lo que te pedí, Pendex?
Pendex es el mote por el que llaman a este joven cronista. Cuando lo llaman. El de la pregunta había sido el Secretario de Redacción, quien no dispone de mucho tiempo para escuchar la respuesta del muchachito. No; el Prosecretario acaba de formular una lubricadísima hipótesis:
-Para abordar la década del 80 deberemos proceder como fisiólogos ante el músculo recién seccionado.
Mutis. Asombro. Transpiración en la frente del Secretario, quien no está dispuesto a dejarse avasallar por semejante triquiñuela simplificadora:
-Músculo las pelotas; la década del 80 será un nervio o no será.
Asombro. Transpiración. Cinco cafés. Tres cortados.
Este joven cronista no caza una de los términos de la disputa. Pero está al tanto del clima de efervescencia que vive la editorial: un inminente éxodo de lectores se avecina en caso de no dar con la tecla adecuada.
-Creo que yo los puedo ayudar
Puteadas. Sorbos. Poca bola. Ninguna.
-Creo que yo los puedo ayudar.
-¿Y si escucháramos al Pendex?- inflexiona súbitamente el Prosecretario, recordando, quien sabe, quizá, que él también alguna vez fue Pendex de Redacción.
-¿Ustedes buscan una clave?
-Al grano.
-Existe una cámara. La Cámara Kivilan.
-¿Y eso qué mierda tiene que ver?
-Pendex, mandale saludos al aparato genital de tu hermana.
-¡Cambiará el universo, pero yo no!
Mientras tanto, este joven cronista aprovecha para extraer una servilleta y lee:
-"Kivilan, sorprendente cámara diseñada para captar y medir la sintonía de los gases en la precisa fracción en que éstos se cristalizan en tiempo".
Sorbos. Eructos. Algo de bola. Poca.
-Introduciendo en la cámara una solución de gases representativos de todos estos años, daríamos con la década en cuestión.
Poca bola. Algo. Hijos fotocopiados (Gentileza Kivilan)-Los gases -continúa este cronista- deberán obtenerse del aliento de argentinos que...
-Che: paremos con el boludeo. ¡Por favor! -exige cualquiera de los sesentones.
-A ver, Pendex, ¿de dónde sacaste esa estupidez tecnocrática?
-Lo leí.
-¡Qué bien!
-En una revista.
-¡Bárbaro!
-En el aviso de una revista -confiesa este muchachito.
-Perfecto: Buenos Aires Negra, te doy cuatro horas para que me entregues un informe completo.
Hay iluminaciones que pueden cambiar la historia de la humanidad.
Pero no es este el caso del joven Cronista. Como sabemos, su propuesta fue abortada por los sesentones y, para colmo de males, encima le encajaron escribir un Buenos Aires Negra que equivale a 2 Informes exhaustivos sobre delincuencia juvenil, tarea que, lo dijimos, lesionaba su idiotez estructural acrecentada por una singular iluminación.
Nada ni nadie amedrentará a un idiota. Ni siquiera un informe periodístico. Sin embargo, es sabido, de algo hay que vivir.
Este joven cronista decide valerse de la Cámara Kivilan, a fin de seguir el curso espontáneo de su iluminación. Después, en todo caso, recurrirá a la tía Dora, evangelista y dactilógrafa que en menos de lo que tarda un mono tití en eyacular es capaz de redactar un Buenos Aires Negra que subyugaría al más quisquilloso Secretario de Redacción.
Resumamos: el anuncio de la Cámara Kivilan apareció en un ejemplar de la revista Muy Interesante: "Construya su propio detector de Tiempo". Este joven cronista acude al domicilio indicado, un pequeño comercio del Once. Lo atiende el mismo Kivilan en persona quien, no sólo por una módica suma le entrega el prospecto para la instalación casera de una cámara sino, también, le adjunta: tres inciensos, dos bolsitas con mirra y el Primer Manual Hogareño Para Entretejido de Cerebros...
Aún contra los inevitables prejuicios de todo lector, este joven cronista está en condiciones de afirmar que no ha sido engañado.
No sólo eso: la Cámara Kivilan ofrece muchas más aplicaciones que las soñadas por su inventor.
¡Todo hombre de la calle debería confeccionarse una de estas cámaras!
Triunfe usted también como triunfó este cronista: déjese llevar por la espontánea idiotez que en algún lugar suyo ha de haber:
"Lo que me pasó fue increíble -confiesa a Caín este muchachito. Tenía que empezar un informe, estaba leyendo una revista mientras hacía caca y ¡zas! Vi el anuncio, una iluminación.
Dejé que la iluminación guiara mis pasos
...
"Entonces, tiré la cadena. Al poco tiempo, conseguí lo imposible. Gracias a Kivilan redacté un Buenos Aires Negra, y sorprender a los sesentones con un genuino Todos estos años 80".

BUENOS AIRES NEGRA
Recientes investigaciones realizadas con empleo de una Cámara Kivilan permitirían afirmar que Buenos Aires es también cualquier otra cosa.
DETALLES DE LA EXPERIENCIA POR NUESTRO ENVIADO ESPECIAL:
Mujeres elegantes
Todo parecía estar en orden, asegura este cronista: gente apurada, elegantes mujeres, adiós nonino. Lo de siempre: traficantes de dólares en las esquinas, balcones franceses, oficinistas haciendo valer sus prejuicios. Obelisco y fugazzeta. Huele a cadáver. Chistes de gallegos...
De repente, chau, ¡sentí un garrotazo en medio de la nuca!
Sin que pudiera evitarlo, mis ojos se cerraron y el mundo se esfumó. En su lugar apareció una pequeña hamburguesa fosforescente. Dicha fosforescencia, comprendí, se debía a los innumerables espectáculos por ella contenidos.
Vi que la hamburguesa, de algún modo, era todas las hamburguesas.
Vi la General Paz.
Vi maestras, profesores, madres corriendo a denunciar a sus hijos psicóticos.
Una psicopedagoga entregando formularios de denuncia.
La foja de servicios de un intelectual.
Vi a un gurka encerrado en la Facultad de Medicina, un gurka de cinco años en cautiverio al que enseñan a cebar mate.
Vi setenta mingitorios y ninguna flor.
Un chimpancé del jardín Zoológico ocultando una valija extraviada.
Vi la tele.
Vi una cláusula secreta acordada por distintas universidades según la cual, antes de ingresar a los establecimientos, los alumnos deberán depositar sus neuronas en Bedelía.
Vi cuando llevaron detenida a una Pelícana por corrupción de Androides.
Vi a un niñito de jardín de infantes escribiendo en el baño con pinturitas: "¿Por quién mierda nos toman?".
OficinistasUna tarjeta de Prode con trece dedos.
Vi a esos matrimonios jóvenes que se valen de fotocopiadoras para engendrar hijos.
Vi a un general en situación de retiro que los domingos, a eso de la siesta, obliga al gurka de la Facultad de Medicina a firmar su rendición.
Hijos fotocopiados, escuelas primarias, una familia mano única.
Vi que la valija oculta por el chimpancé contiene una abultada documentación que probaría que Buenos Aires ha sido bombardeada.
Vi un recorte de Ripley (*) fechado en 1997 comentando nuestras prácticas sexuales.
Un comisario de la División Narcóticos escupiendo balas de cocaína.
Otra familia mano única.
Un estudiante secundario obligado a entonar las estrofas del himno.
Vi a todos esos viejos que pasean por las plazas cuando se preguntan: "¿Dónde mierda está la felicidad que nos prometieron?".
Vi a un maniático sexual pidiendo disculpas.
Esos rostros de amaneceres desesperados, 7.30 A. M., subte línea B, según consta en la valija del chimpancé.
Vi a Sonia que no me quiere ver más.
Vi que la alegría era un invento brasilero.
Vi mi cara en la hamburguesa y la hamburguesa en mi cara.
Y una mosca en la hamburguesa.
Después, la mosca silbó Adiós Nonino...
Entonces volví a ver al Obelisco. Gente apurada. Mujeres elegantes...

TODOS ESTOS AÑOS '80 (METODO KIVILAN)
(Enviado Especial) ¡Qué lo parió! Introducida una pequeña muestra de gases de todos estos años, Kivilan reaccionó de un modo bien diferente al consignado en el Buenos Aires Negra. Sí, la sencilla cámara hogareña parecía fastidiada por la pregunta que dio origen a esta investigación. Tosió, escupió y después, con la frialdad de quien habla para un contestador automático, dijo a este cronista:
Gentileza Gurka"
Boludo.
Boludos aquellos que hacen de su ombligo un predio ferial de exposiciones.
Escuchá: una década no es más que una década. Apenas un torbellino de instantes. Instantes que se perderán en el Tiempo como lágrimas en la lluvia.
Decile a tus mayores que en lugar de exprimir sus hamburguesas en gimoteantes mesas de café deberían hacer algo, lo que sea. Procurar, por ejemplo, un modo más digno de sobrevivir.
Pero el esfuerzo de un idiota merece su recompensa: andá, contales que para encontrar lo que desean tienen que buscar:
En la mirada de esos imbéciles que se plantan sobre los puentes y gritan que este mundo se nos acaba. En el útero asfixiante, sudoroso, apenas envenenado de un recital.
En el lapsus cromático de una computadora.
O, en aquellos idiotas que te cierran el paso para advertirte que Dios está aquí, ahora mismo, transmitiendo un mensaje que se les escapa.
En todos nosotros, basureros nucleares.
En la risa del enfermo cuando apunta su índice al cielo para mostrar el trazo de una escritura hipodérmica. En nuestros hijos, que serán rigurosamente replicantes.
En la primera menstruación, en la gillette, en la aspirina de las siete de la mañana, en el dióxido de carbono que se instala en tu sonrisa.
En aquel hombrecito miserable que te insiste con eso del extraterrestre alojado en su habitación.
En el sexo cuando empieza a dar vueltas y se esconde, se invierte, desabotona cierres con la muela y roza tu muerte.
En ese fantasma que busca su cuerpo y nadie le cree.
En los policías que "deploran la brutalidad porque no es suficiente".
En ese traficante con aire de Ejecutivo de Publicidad que lee noticias por TV.
En la madrugada estremecida de los que necesitan droga.
En las alarmas de los bancos abandonados.
En los cientos de jóvenes que se visten de negro para asistir día a día al Funeral Cívico de esta Humanidad.
En nuestro valle de ozono y estreptomicina. En toda experiencia cuando es corta.
Y en los etcéteras, por sobre todo, etcéteras
.

EPILOGOS:
# Los colegas sesentones, alarmados por la falta de progreso en el tema en cuestión, decidieron acogerse a los Beneficios del Trabajo Interdisciplinario (Decreto 960162). Cumpliendo con las prerrogativas que marca la legislación intelectual vigente, convocaron a 23 Cíentistas con probada trayectoria sesentona universitaria y/o municipal. Finalmente arribaron a una conclusión: "Para dar con la década del '80, tanto en su fase muscular como nerviosa, es menester ahondar en la década del '70 a la luz de una minuciosa caracterización de los años '60". Con el propósito de no restringir los frutos de la investigación al plano teórico, confeccionaron remeras de manga corta en el más puro algodón de plaza, cuidadosamente ilustradas por un logo a la altura del abdomen con inscripciones góticas: "CAMBIARA EL UNIVERSO PERO NO YO”. Adquiera la suya. Distribuye: CLUB DE FANS Y ADMIRADORES DE LA DECADA DEL '60.
# Este joven cronista, después de algunos enfrentamientos con sus mayores, decidió canjear la Kivilan por un mono tití.
# La tía Dora, bien, gracias.
ALGO MÁS SOBRE LA CÁMARA KIVILAN
Kivilan es un sencillo aparato semiconductor de tres capas: la izquierda, dopada con exceso de electrones; la derecha, estimulada por defecto de los mismos; la capa central es el observador propiamente dicho.
El efecto Kivilan es similar al de contactar un Aleph pero a través del walkman.


(*) Créase o no:
CURIOSAS PRÁCTICAS SEXUALES
¿Sabía usted que allá por milnovecientos ochentaipico, los ingeniosos habitantes de Buenos Aisres empleaban pintorescos trámites a fin de dilatar, demorar y, llegado el caso, diluir cualquier tipo de contacto corporal?
¿Tenía usted idea de que los porteños, para designar a este conjunto de prácticas, acuñaron una singular expresión: ‘salir de levante’?

COMPRENSIÓN DE TEXTOS
Juegue con nosotros y mejore su inteligencia
¡AUMENTE SUS CONOCIMIENTOS Y SEA FELIZ!


CAIN ofrece a sus lectores la oportunidad de entretenerse-aprendiendo.
Usted que ya leyó el suplemento, ¿estará en condiciones de responder a un pequeño cuestionario sobre el mismo?
¡REPONDA SIN HACER TRAMPAS!

A) ¿Cuál es la iluminación a la que accede este joven cronista?
B) ¿A cuantos Informes Exhaustivos sobre Delincuencia equivale 1 Buenos Aires Negra?
C) ¿Qué grado de especialización deberá tener una Tía Dora para subyugar al más quisquilloso Secretario de Redacción?
D) ¿Cuánto demora un mono tití en eyacular?

ENVÍENOS HOY MISMO SU RESPUESTA

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